Uso correcto de mascarillas: ¿Cómo utilizarlas?
Las mascarillas ayudan a prevenir la propagación de enfermedades principalmente respiratorias, aunque no exclusivamente. Son barreras fabricadas con capas de materiales filtrantes que retienen partículas y aerosoles que podrían contener gérmenes.
Están diseñadas para cubrir principalmente la nariz y la boca. Se usan en entornos quirúrgicos para brindar protección tanto a médicos como a pacientes. Aunque, a raíz de la pandemia del COVID-19, su uso se ha extendido a otros entornos, como medida de prevención, llegando a ser de uso obligatorio en algunos casos. A continuación, hablaremos del uso correcto de mascarillas, y de los tipos que existen en el mercado.
¿Cuál es el uso correcto de mascarillas?
Algunos fabricantes ofrecen distintas tallas y modelos de mascarillas. Es importante que una mascarilla se ajuste adecuadamente, para garantizar comodidad y eficacia. Una mascarilla demasiado grande o pequeña podría no estar ofreciendo una buena protección.
Debemos verificar que la mascarilla que vamos a usar no esté rasgada o con algún defecto de fabricación. Hay que manipularla con las manos limpias, tanto al ponérnosla como al retirarla, para evitar contaminarla y para no llevar agentes patógenos a los ojos, nariz o boca.
Si una mascarilla está sucia por el uso, debe cambiarse por una nueva. Recordemos que las mascarillas tienen un tiempo de vida, dependiendo del tipo de mascarilla y de las horas de uso, después del cual se deben desechar. Hay que tirarlas inmediatamente a la basura y lavarse las manos.
Tipos principales de mascarillas
Podemos clasificar a las mascarillas en los siguientes tres grupos, basándonos en sus características y funciones principales. Cada tipo se usa en contextos distintos, según la situación y el nivel de exposición al riesgo.
• Mascarillas higiénicas
Protegen a los que nos rodean, conteniendo nuestras gotas de saliva al hablar, toser o estornudar. En este grupo pueden entrar las de tela, que son lavables y reutilizables; las puedes conseguir con bonitos diseños y colores. Sin embargo, se han prohibido en algunos países, por considerarse ineficaces. Debemos advertir sobre la importancia de preferir las que son fabricadas por empresas especializadas en insumos médicos, ya que estas están probadas y ofrecen mayor seguridad. Recordemos que los aerosoles que expulsamos al hablar o respirar no son siempre visibles a simple vista, y podrían atravesar muchas de las telas sin que nos demos cuenta.
• Mascarillas quirúrgicas
Estas, igual que las anteriores, protegen a las personas que están próximas a nosotros. La diferencia se encuentra en que las quirúrgicas son de un solo uso y están fabricadas por materiales no tejidos, por lo general con más de una capa. Son más competentes que las de tela.
• Mascarillas autofiltrantes
Se usan en entornos de mayor riesgo y con más exposición a sustancias nocivas o virus. Estas, en contraste con las dos ya mencionadas, sí protegen a quien las usa. También existen mascarillas con otros elementos: con visores integrados, por ejemplo, que además brindan protección a los ojos en situaciones que lo requieren (procedimientos médicos, por ejemplo).
Uso correcto de mascarillas: Precauciones
Las mascarillas son útiles, pero no protegen contra todos los tipos de virus. Además, recuerda que su efectividad puede ser variable en función del tipo que uses.
Una mascarilla mojada pierde efectividad y se debe reponer.
Las que son de un solo uso deben desecharse una vez que han sido usadas durante su tiempo útil.
Lee las instrucciones del fabricante. Te ayudarán a usar correctamente las mascarillas.
Esperamos que esta información te haya sido de utilidad. Ten presente que las mascarillas son barreras que desempeñan un papel crucial en la prevención de la propagación de microorganismos. Si las usamos, nos protegemos a nosotros y a quienes nos rodean.